A unos 16 kilómetros al sur de Akumal se encuentra el Cenote Nohoch Nachich, un lugar muy apreciado por los buceadores de todo el mundo en la Riviera Maya. Este cenote ofrece una experiencia emocionante para quienes desean explorar cavernas subacuáticas, superando todas las expectativas.
Conocido como la entrada al río subterráneo más extenso del mundo, este destino atrae tanto a turistas locales como internacionales desde su descubrimiento en 1988. Su paisaje subacuático es impresionante, formado por un intrincado sistema de cuevas y ríos que se conectan con el Mar Caribe.
La exploración de este cenote revela un asombroso hallazgo: más de 111 cenotes subterráneos, algunos de los cuales eran cuevas secas hace millones de años. Además, los buzos han descubierto restos de la antigua humanidad y animales prehistóricos, añadiendo una dimensión histórica a esta aventura.
Inicialmente consideradas como cuevas independientes, la conexión entre ellas sorprendió a los descubridores, ampliando la red de exploración. Al adentrarse en el cenote Nohoch Nah Chich, se descubre un mundo subterráneo fascinante, iluminado solo por lámparas de buceo y adornado con estalactitas y estalagmitas de hasta 30 metros de altura.
Este laberinto subterráneo, algunas veces tan amplio como para albergar un avión jumbo y otras veces tan estrecho que solo los buzos especializados pueden explorarlo, revela la belleza y el misterio de la naturaleza. Además, la presencia de más de cien cenotes conectados añade otra capa de emoción a esta aventura.
Sumergirse en las profundidades de este sistema subterráneo es como viajar en el tiempo, con restos de megafauna extinta hace miles de años y esqueletos humanos antiguos que arrojan luz sobre el pasado de la región. Finalmente, el viaje culmina en el impresionante azul del Mar Caribe, completando esta experiencia única e inolvidable.